Moderna de provincias. Bon vivant. Wanderer. Vivo en el norte y no lo niego.

Escribiendo sin filtro desde 2007. Todavía esperando un sobresueldo por decir unas palabras en Vogue, GQ, Esquire o Vanity Fair.






sábado, 12 de octubre de 2013

CSS o cuando fuimos jóvenes


Esta semana he ido a ver a CSS en directo por primera vez.


Ha sido como teletransportarse a esa adolescencia tardía que fueron los late 00s.


Corría el año 2007. Yo iba a clase con pantalones pitillo y cinturones estampados de cebra fucsia. El tono de mi móvil era Atlantis To Interzone. Vendía lotería de navidad del paso de ecuador al mismo tiempo que empezaba a tomar forma FRIKICOOLHUNTING. Decoraba mis paredes con fotos de Klaxons, a los que intentaba imitar con poco éxito comprándome chaquetitas de punto azul klein. 


La verdad que recuerdo aquella época con verdadera nostalgia. Aún no sabíamos lo que era la crisis, la gente hacía botellón en la Alameda, ir a clase era divertido, y la música genial. Creo que ninguna otra tendencia de la escena musical de los últimos años me generó tanta expectación como lo hizo en su día la New Rave.


Que mi vida ha cambiado para peor ya lo sé. Pero me da la impresión de que la vida de los otros también lo ha hecho. Ya no se escuchan esos temazos. La gente no está contenta. No visten de colores flúor. Y yo he perdido la ilusión por muchas cosas, en parte porque mis opciones de triunfo en la vida son inversamente proporcionales a las arrugas que aparecen en mi cutis. Es como sí una parte de mi misma hubiese quedado enterrada entre glowsticks, pegatinas de acid house, sudaderas de robots, actualizaciones de fotolog y politonos de sirenas.



Pero lo que os venía a contar es que el otro día, desde mi huequecito de primera fila, recordé una de mis parejas indies  favoritas de la última década: Simon Taylor Davis & Lovefoxxx




Y mientras veo estas fotos me doy cuenta de lo que hemos envejecido, y revivo sus vidas como si fuesen la mía propia, pero con una salvedad, nunca seré una star ni tendré un novio indie molón.



3 comentarios:

¡Gracias por tus valiosas palabras!